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viernes, 16 de septiembre de 2016

Desesperados, suicidio.

Desesperados: ¿Por qué se suicidan tres veces más hombres que mujeres?

Los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres en España. Y la diferencia no para de crecer. Mientras que el número de féminas que acaban con su vida nunca ha subido de 1.000, el de varones se ha triplicado desde los ochenta hasta llegar a los 3.000 actuales. La situación es aún peor a escala europea: en el viejo continente se suicidan cuatro hombres por cada mujer. En otros lugares del mundo el ratio es mucho más bajo.¿Qué está pasando? En TeInteresa.es buceamos en los datos oficiales y hablamos con expertos internacionales para tratar de desentrañar esta cuestión rodeada de tabúes y prejuicios.


Suicidio masculino



Los psicólogos lo llaman “la paradoja de género en el suicidio”: los hombres se quitan la vida más frecuentemente que las mujeres. En España mueren al año así unos 3.000 varones, frente a 1.000 hembras. Hay el doble de fallecimientos de hombres por suicidio que en carretera (alrededor de 1.500 anuales). ¿Por qué? ¿Qué genera esta epidemia, como algunos expertos la califican? Divididos entre distintas teorías, se apunta a factores que van desde la violencia intrínseca al varón al modo en que gestiona la depresión (sin recurrir a ayuda) pasando por la efectividad de los métodos escogidos en el intento o el impacto de la separación y la pérdida de la custodia de los hijos. Y mientras, a pesar de lo elevado del número de fallecimientos, España no tiene ninguna campaña específica para conseguir que los hombres pierdan el miedo al tratamiento de la depresión. El tema, además, se ha politizado: ¿afectan, como mantienen algunas asociaciones de padres divorciados, las leyes de género que discriminan al hombre hasta llevarlo a la desesperación?

Rompiendo el tabú con datos oficiales

En 1774, Wolfgang von Goethe publicó su novela “Las penas del joven Werther”, en las que su protagonista sufre por amor y termina quitándose la vida. El libro provocó una oleada de muertes por imitación del protagonista. Algunos países lo prohibieron. Desde entonces, se conoce como “efecto Werther” a la imitación que puede provocar enterarse de suicidios en otras personas, sobre todo si son conocidas. Este hecho fue probado en Estados Unidos en la década de los cincuenta y los sesenta: en el período inmediatamente posterior a las informaciones sobre suicidios en el New York Times, aumentaban este tipo de fallecimientos. Por ello, diversos países, como Austria o Nueva Zelanda e incluso la propia ONU han lanzado una guía sobre cómo informar del delicado asunto de los suicidios (unas recomendaciones que trata de seguir este artículo).

El temor a este efecto Werther ha provocado una cierta carencia de información en los medios sobre el suicidio, casi un tabú. Sobre todo si se compara con otro tipo de realidades como la gravedad de los fallecimientos por problemas coronarios, por accidentes de tráfico o por la violencia machista.

La información sobre el conocido problema de la desigualdad por género en los suicidios está tan fuera del radar que, a pesar de ser una de las principales causas de muertes entre varones jóvenes en España, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad no dispone de ninguna campaña o partida especial para tratar de paliar este problema. El ministerio no ha respondido a la petición de información de TeInteresa.es.

El hecho es que, en España, el número de muertes por suicidio de varones triplica al de las mujeres. Y es una tendencia que ha ido aumentando desde los años ochenta. Así, mientras que el número de suicidios se ha mantenido en ellas por debajo de los 1.000 anuales durante tres décadas, en los varones ha aumentado desde los 1.237 de 1980 hasta los 2.938 de 2014 (según los últimos datos oficiales del INE)


La desproporción de suicidios masculinos no es exclusiva de España, sino de Occidente

La Plataforma Ciudadana por la Igualdad, liderada por el juez Francisco Serrano (suspendido por prevaricación en un caso de custodia de un menor), afirma que detrás de esta diferencia en el número de suicidios entre uno y otro género está la Ley de Violencia de Género que aprobó José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. “Puede haber más de 2.000 hombres planeando poner fin a sus vidas por culpa del tratamiento injusto y asimétrico que impone esta normativa”, ha asegurado al diario ABC el reciente candidato de Vox en la Comunidad Andaluza.

Sin embargo, la paradoja del género en los suicidios es global, y su relación con alguna ley particular española es, por tanto, contraintuitiva.


Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, es Europa el lugar donde mayor es el ratio de suicidios masculinos/femeninos: casi cuatro veces más. Le sigue América, con 3,5. En otros lugares, como la región del Pacífico Occidental (con países importantes como Japón, China o Australia), la situación entre ambos sexos es esencialmente la misma. Algo parecido sucede en el Sureste Asiático o los países del este del mediterráneo (Oriente Próximo): el número es similar y el género, poco relevante.

“Hay mucha variedad entre países en el ratio hombres/mujeres y, en países dados, entre edad y raza”, explica a TeInteresa.es Silvia Canetto, profesora de Psicología en la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos). Ella es autora del artículo científico “La paradoja de género en el suicidio”, en el que explica cómo, en la mayoría de países occidentales, las mujeres tienen mayores tasas conductas suicidas, mientras que su mortalidad por suicidio es típicamente más baja. Concluye que esa diferencia entre sexos es muy real, y no un simple error de recopilación de datos. Se trata, afirma, de un fenómeno muy ligado a la cultura y la tradición sobre las expectativas de cada género.

Los hombres lidian peor con la depresión que las mujeres

Los expertos divergen sobre las explicaciones a esta elevada tasa de suicidios masculinos. Y eso es un problema, porque saber qué factores son los dominantes no es sólo un asunto académico. Si se conocen, es más fácil salvar vidas.
“Hay muchas causas del suicidio masculino, pero la más importante es la depresión y la forma de lidiar con ella. Buscar ayuda se suele ver como un indicador de falta de masculinidad, y por ello muchos hombres se convencen de que tienen que resolver sus problemas solos”, explica a TeInteresa.es Anne Maria Möller-Leimkühler, profesora de psiquiatría en la Universidad Ludwig-Maximilians-de Munich y autora de “El salto por género en el suicidio y la muerte prematura, ¿por qué los hombres son tan vulnerables?”. “Ellos tienden a no hablar de lo que sienten. Como consecuencia, la depresión está en gran medida soterrada, lo que aumenta el riesgo de suicidio”

Un grupo de especial riesgo ante el suicidio, apunta, son los hombres de mediana edad, porque se acumulan muchos puntos de potencial estrés: los relacionados con el trabajo, con una separación o con problemas financieros. En este contexto de conceptos tradicionales de masculinidad y expectativas socialeslos hombres están claramente en desventaja para atajar el estrés.

Otros factores de riesgo que conducen al suicidio de los hombres jóvenes son “el abuso de las drogas, el estatus socioeconómico más bajo, la residencia rural, el desempleo, la homosexualidad, un hogar roto y las propias informaciones de los medios de comunicación sobre el suicidio”.

¿Está relacionado con la desesperación provocada por el divorcio o la separación, y con la potestad de los hijos?

En España se aprobó la Ley del Divorcio en 1981. Justo en los años posteriores empezaron a aumentar de forma drástica los suicidios en varones. ¿Son dos hechos relacionados? ¿Ha sido la preferencia de los jueces a otorgar la custodia de los hijos a las mujeres parte del problema?

“La separación y el divorcio están ligados al riesgo de suicidio en ambos sexos, pero los hombres divorciados/separados son particularmente vulnerables al suicidio”, afirma Möller-Leimkühler. “Esto tiene sentido porque se ha demostrado que los hombres sacan más beneficios del matrimonio que las mujeres, en términos de salud mental y física”.

“Yo llevo 20 años en esta asociación [como abogado asesorando a hombres en procesos judiciales] y no veo relación directa entre los conflictos de la custodia por los niños y los intentos de suicidio” opina por el contrario para TeInteresa.es Carlos Hérraez, letrado de Asociación Padres Separados, con “más de 10.000 asociados” sólo en Madrid. “No he  conocido de ningún intento de suicidio por una sentencia desfavorable. Y he vivido desde la época de los incumplimientos, en los primeros noventa, cuando casi ningún padre conseguía la custodia o podía ver a los hijos, hasta la situación actual, donde casi siempre el Tribunal Supremo da la compartida: de cada 100 casos que nos entran, en 75 se consigue”.

El rol masculino

El psicólogo Eve K. Mościcki, del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, recopiló varias teorías para explicar este “intrigante problema epidemiológico”.

è  Lo letal de los métodos de suicidio escogidos por los hombres.

Las mujeres suelen superar a los hombres en intentos de suicidio o no consumados (119 frente a 92 en 2006 en España). ¿Significa esto que los métodos escogidos por los varones, por ejemplo, un arma de fuego, son más contundentes que los escogidos por las féminas, por ejemplo, las pastillas? Esta teoría fue minimizada por el propio Mościcki, aunque es refrendada por otros.

è  Tasas diferentes de tratamiento de depresión

“Las mujeres pueden presentar mayores tendencias suicidas que los hombres, pero también tienen tasas de tratamiento más elevadas”, asegura. Esto llevaría a que, en ellos, las depresiones se tratan menos y, por tanto, son más peligrosas.

è  La teoría de la socialización y del abuso de drogas

El consumo de drogas y alcohol ha sido, históricamente, bien visto en hombres, y es el origen de muchos problemas. Además, “el suicidio tiende a verse socialmente como un comportamiento tolerable en un hombre”, que supone una medida de fortaleza frente a una enfermedad “debilitante” o como reacción a un fracaso.

Conclusión

Es necesario, concluye Möller-Leimkühler, identificar mejor la depresión en los hombres. Ésta puede mostrarse con mil caras: mayor agresividad u hostilidad, o incluso hiperactividad y pasión por el riesgo en hombres. Reconocerla es importante para prevenir los suicidios masculinos.

A pesar de ello, no hay campañas o programas específicos en España que estimulen el tratamiento de las enfermedades mentales entre los varones o que trate de mitigar de alguna otra forma estas altas tasas de muerte.

En Reino Unido, la Campaña contra Una Vida Misreable (Campaign Against Living Miserably, CALM en sus siglas en inglés) exige al Gobierno que investigue este problema, para poder evitar tener que especular sobre los motivos y para poner soluciones reales.

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